PANCREATITIS
Y ALIMENTACIÓN
La pancreatitis es una inflamación del páncreas, esta glándula está situada detrás del estómago y tiene funciones digestivas y hormonales. La afección puede ser aguda o crónica, ambas pueden ser de intensidad moderada o severa y acarrear múltiples complicaciones; los malos hábitos alimentarios son causa frecuente de esta enfermedad.
Pancreatitis aguda:
Aparece repentinamente y casi siempre desaparece en pocos días con tratamiento; a menudo es causada por cálculos biliares y abuso en el consumo de alcohol. Los síntomas comunes son dolor intenso en la parte superior del abdomen, náuseas y vómitos. El tratamiento suele ser a base de líquidos por vía intravenosa, antibióticos y analgésicos.
Pancreatitis
crónica:
Es una enfermedad que se caracteriza por la
inflamación del tejido pancreático con pérdida de sus funciones, debido a la
destrucción progresiva y no reversible de las células y su sustitución por
tejido fibroso. La glándula se atrofia disminuyendo de tamaño, esto conduce a
la insuficiencia pancreática y al desarrollo de la diabetes mellitus.
El dolor abdominal es el síntoma principal de
la pancreatitis crónica; la
insuficiencia pancreática es el otro síntoma importante y es la disminución en
la cantidad de enzimas digestivas en el líquido pancreático; a medida que el
número de enzimas digestivas disminuye, la comida se digiere con más dificultad
y se produce el síndrome de mala absorción, esto conduce a la desnutrición, carencia de
vitaminas y pérdida de peso; en estos casos se implementa el uso de
preparados pancreáticos y los suplementos de vitaminas A, D, E y K, vitaminas del grupo B y
ácido fólico.
Por estas y otras razones es por lo que la pancreatitis crónica es la que más requiere atención desde el punto de vista nutricional.
Alimentación en
la pancreatitis crónica:
La mayoría de los enfermos con esta patología presentan bajo
peso, por tanto, la dieta debe ser hipercalórica, baja en grasas, rica en carbohidratos
y proteínas; debe aportar entre 2500 y 3000 kcal; los horarios de comidas deben
ser regulares y se recomienda fraccionarlas en 5 o 6 raciones con
similar aporte calórico.
·
La fuentes principales de proteínas deben ser productos de origen animal bajos
en grasas, tales como carnes rojas, aves, pescados y fiambres magros, queso
fresco bajo en grasas y leche baja en grasas.
· En
el curso de pancreatitis crónica es indispensable limitar el consumo de grasas,
se recomienda consumir carne magra (de ternera y aves de corral), fiambres
magros, pescado blanco, leche desnatada, queso fresco bajo en grasas y yogures
naturales, además es necesario limitar la
cantidad de grasa visible de los alimentos, como la que rodea a los fiambres,
quitar la grasa de la carne, eliminar la piel del pollo y no acompañar las
carnes con salsas grasas. Los alimentos deben prepararse mediante cocción en
agua, al vapor o al horno, añadiendo la cantidad mínima de grasa
vegetal, tal vez aceite de oliva.
Es necesario recordar que una reducción total
del consumo de grasa no es recomendable, porque podría alterarse la absorción de vitaminas liposolubles, como
A, D, E y K.
· Los
carbohidratos en estas dietas serán la principal fuente de energía: pan de
trigo, puré de patatas, azúcar, miel, puré de frutas, están indicados.
En personas con pancreatitis crónica que
presenten diabetes es necesario excluir los productos que contienen
carbohidratos simples, tales como azúcar, miel, mermelada con alto contenido de
azúcar y sirope de frutas.
Si después de consumir verdura o fruta cruda
se presentan síntomas digestivos, tales como flatulencia, dolor abdominal, diarrea,
se deben consumirlas cocidas, en
purés o jugos. Deben excluirse las frutas y verduras que producen
gases intestinales como repollo, coliflor, coles de Bruselas, lechuga, cebolla, puerro, ajo, pepino, espárragos y
otros
Es muy importante tener en cuenta que el consumo de alcohol, aun
en cantidades mínimas, podría agravar la enfermedad.
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