ALIMENTACIÒN PARA PACIENTES CON SÍNDROME DE DOWN.


ALIMENTACIÓN PARA PACIENTES 
CON SÍNDROME DE DOWN.

Autores: 

• Gina Semprum Licenciada en Nutrición y Dietética, Coordinadora de Investigación, (I.A.A.N.E.M).
• Gloria Seijas Licenciada en Nutrición y Dietética, adjunta a la Coordinación de Investigación, (I.A.A.N.E.M).


El síndrome de Down se trata de una discapacidad del desarrollo que se presenta aproximadamente en un niño de cada mil.  Se caracteriza por rasgos específicos de la cara, retraso mental (varía en función de la persona y se clasifica en ligero, moderado o grave) y, con frecuencia, problemas auditivos, visuales y defectos cardíacos.

Las causas del Síndrome son genéticas. Se distinguen tres clases: trisomía 21 (la más frecuente, alrededor del 95% de los casos), translocación (sucede en un 4% de las ocasiones) y mosaiquismo (la menos común). En general, el niño con síndrome de Down tiene unas características físicas específicas que incluyen ojos alargados, orejas y boca pequeña, lengua grande, manos pequeñas y anchas, pies anchos con dedos cortos, y nariz achatada y pequeña.

La alimentación y el estilo de vida tienen un papel fundamental para el estado de salud de las personas con síndrome de Down

La alimentación y el estilo de vida tienen un papel fundamental para el estado de salud de las personas con síndrome de Down.

La obesidad es un problema para la salud de la población en general, en personas con síndrome de Down no es la excepción. La comida es con frecuencia el foco central de la vida de estas personas, las personas con este síndrome tienden a tener un mayor grado de adiposidad, es decir, de grasa corporal. La distribución de la grasa varía con la edad, el sexo, el grupo étnico, la alimentación y el ejercicio que pueda realizar.

El exceso de grasa contribuye a padecer problemas metabólicos como en cualquier población.


Recomendaciones  Nutricionales:

  • Las personas con síndrome de Down tienen un mayor riesgo de sufrir obesidad y sobrepeso, su estatura tiende a ser menor a la de la media y su actividad física es menor, por lo tanto los requerimiento energéticos son menores.
  • Es importante que, como en todo plan nutricional, este debe de ser personalizado, tomando en cuenta cada una de las necesidades especiales del individuo, algunas recomendaciones generales son:

1. Tener una alimentación variada incluyendo cereales, frutas, vegetales, carnes y derivados, leche y productos lácteos.

2. En caso de alguna alteración gastrointestinal como reflujo evitar alimentos ácidos y en caso de estreñimiento promover el consumo de agua y fibra (cereales integrales, frutas y verduras).

3. Evitar los alimentos que causen algún tipo de intolerancia o alergia.

4. El consumo de grasas debe ser limitado, se deben preferir las de origen vegetal como el aceite de oliva y el de girasol.

5. Favorecer el uso de técnicas culinarias sencillas como el asado, al horno, cocidos, al vapor o a la plancha y moderar el uso de técnicas culinarias en las que se utilicen gran cantidad de grasa como frituras, guisos o rebozados.

6. Cocine con imaginación, elaborando recetas apetitosas y saludables.

7. Si se tiene algún problema de masticación, los alimentos se deben de adecuar modificando su textura para su fácil deglución.

8. Las personas con síndrome de Down tienen conciencia del cuidado hacia su salud, por tanto debe promoverse la actividad física y el consumo de una dieta equilibrada, moderada y variada.

Alimentos que hay que eliminar

1. Los aditivos alimentarios sintéticos, los edulcorantes, los pesticidas, los antibióticos y las hormonas deben reducirse significativamente o eliminarse por completo, si es posible.

2. Los niños con afecciones neurológicas como el síndrome de Down deben eliminar las excitotoxinas, alimentos y sustancias que causan una sobre estimulación de los nervios y daño a los nervios. Los ejemplos más comunes de excitotoxinas son MSG y edulcorantes artificiales.

3. Las sustancias naturales específicas que se encuentran en ciertos alimentos tienden a aumentar la inflamación neurológica y deben evitarse o limitarse en la dieta. La ingesta de calcio debe limitarse a cantidades moderadas debido a su efecto inflamatorio en el cerebro.

Alergias a los alimentos

Algunos alimentos son problemáticos hasta que el intestino esté en mejor equilibrio. Un intestino permeable permite que los alimentos pasen al torrente sanguíneo, donde actúan como sustancias extrañas y estimulan una reacción alérgica (IgG). Los alérgenos más comunes que inicialmente deben evitarse son los lácteos, el gluten, el chocolate y los plátanos.

 Si sospecha que su hijo tiene múltiples alergias a los alimentos, puede probar una dieta de eliminación u obtener un perfil de sensibilidad alimentaria IgG. A medida que mejora la salud intestinal de su hijo, estos alimentos dejan de ser un problema. Puede realizar un seguimiento de la mejora mediante una prueba de permeabilidad intestinal. Cuando las pruebas de sensibilidad revelan una reacción positiva de IgE, esto indica una verdadera alergia alimentaria y estos alimentos deben evitarse.

 La optimización de la función digestiva e inmune disminuirá algunas alergias alimentarias. Algunos permanecerán, requiriéndole avanzar, evitando alimentos e ingredientes específicos. Siempre ten cuidado. Si le preocupa la reacción de su hijo a un alimento, simplemente evitarlo.

El entorno familiar

 El papel y el apoyo de los padres, familiares o tutores de la persona con síndrome de Down es fundamental e importante, la conciencia de moderación y elección de hábitos saludables es resultado de una educación y supervisión adecuada.

 Promover un estilo de vida saludable favorece la salud y se debe compartir con su entorno familiar y social.

Actividad física para todos

  La actividad física es importante para prevenir enfermedades cardiovasculares en personas con síndrome de Down. Al realizar la actividad física se debe tomar en cuenta las condiciones físicas y psíquicas individuales, promueva que la persona elija alguna actividad que sea de su agrado, hay tantas actividades a elegir, desde salir a caminar, correr, bailar, nadar, jugar al fútbol y otras muchas más, sin olvidar realizar previamente un calentamiento progresivo y un estiramiento al terminar. Ante cualquier lesión habrá que recuperarse totalmente antes de volver a la actividad. La actividad física además ayuda a las personas con síndrome de Down a tener una mejor integración social y autonomía.

En conclusión:                               

 La motivación, educación, supervisión y apoyo por parte de los padres, familiares o tutores de personas con síndrome de Down es imprescindible, ya que esto conlleva a elecciones independientes correctas.

El sedentarismo es el factor de riego más importante para la salud cardiovascular, la promoción de hábitos saludables en alimentación y el ejercicio físico mejoran la calidad de vida. También se puede recurrir a un apoyo profesional para un correcto asesoramiento nutricional.


REFERENCIAS:

- González Marta. Guía de Alimentación para personas con Síndrome de Down. 17 de Julio del 2014. Disponible en: https://www.editdiazdesantos.com/wwwdat/pdf/9788499698007.pdf
- Síndrome de Down. Redacción médica. 2014-2021. Disponible en: https://www.redaccionmedica.com/recursos-salud/diccionario-enfermedades/sindrome-de-down
 La alimentación en el Síndrome de Down. FEN fundación Española de Nutrición. 20 de Marzo de 2015. Disponible en: https://www.fen.org.es/blog/la-alimentacion-en-el-sindrome-de-down/#:~:text=Tener%20una%20alimentaci%C3%B3n%20variada%20incluyendo,integrales%2C%20frutas%20y%20verduras).






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